Zsar es el típico grafitero que prefiere que no se le vea, pero sus obras están por toda Ibiza: en las paredes inusuales, en las carreteras… Cuando ves unas payesas dibujadas con ironía recuerdas que él es Zsar.
Su actividad como grafitero comenzó cuando llegó a Ibiza en 2009, pintando sus conocidas payesas como un intento de que la gente de la isla percibiera con mejores ojos el mundo del graffiti. Sus payesas, distribuidas por toda la isla, buscan alegrar a todo aquel que se cruza con ellas. Algunas son simplemente divertidas, mientras que otras apoyan o denuncian temas sociales. Piezas sobre el Día del Orgullo LGTBI, el 8M, la limpieza de las playas o la más reciente, una pieza contra el bullying, son ejemplos de ello.