Sacred Turn Co.

“SACRED TURN” es una compañía de Danza Tanoura, siendo Ibiza el lugar central de residencia, compuesta por Tamara Hernández, Valentín Rodríguez y Claudia Reig, que fusiona el Giro Sufí con otras diferentes disciplinas artísticas, creando propuestas de escena hipnóticas, conscientes y atrevidas.

Siendo lo Divino, los ciclos de creación universales y la geometría sagrada, las raíces de nuestra puesta en escena.

“Toda la existencia contenida en una espiral infinita que gira y gira en constante expansión y contracción al mismo tiempo,dónde existe TODO,a la vez que NADA.

Nuestra galaxia gira alrededor del Sol Central, como giran los planetas alrededor del Sol de nuestra propia galaxia o gira la Tierra en si misma. Tus pensamientos giran, Tus emociones. Aquello que pensabas que eras, eres o serás no para de girar constantemente. Tu sangre alrededor de tu corazón,tu respiración o tu digestión, Giran.
Infinita creación y destrucción que solo pueden ser parte de un Sueño. Sin embargo, solo lo infinito y Sagrado,lo eterno,lo inamovible e imperecedero Amor. SOMOS

QUE ES LA DANZA TANOURA?

Es un tipo de danza que tiene sus raíces en Egipto y está relacionada con la herencia Sufí del Islam.
A través del Giro se busca encontrar la comunión con Dios a través de movimientos giratorios,usando coloridas faldas (tanoura en árabe) y casi en estado de trance, los bailarines (derviches) ejecutan giros calidoscópicos que representan la rotación de los planetas alrededor del sol, mientras la figura central se convierte en símbolo de unidad entre la tierra y el cielo, entre lo humano y lo divino.

Mas si es un espectáculo, los derviches pueden girar en cualquiera de los dos sentidos horarios, predomina el tono alegre y festivo, y se produce una interacción con el público, elemento que favorece los efectos catárticos y de fascinación propios del género danzario.

GIROS DEL TANOURA

Lo que a primera vista parece simple en términos de baile no lo es: girar incesantemente al ritmo de diversos instrumentos empleando los gestos del cuerpo como lenguaje para transmitir emociones e ideas, resulta cuando menos desafiante.

Los derviches suelen ejecutar rotaciones a velocidades ascendentes que duran desde 15 minutos y puede durar varias horas, siempre vistiendo capas de faldas, que llegan a pesar más de 10 kilogramos, con las que realizan diversas acrobacias, lo que nos hace preguntarnos por momentos si estamos ante personas con dotes sobrenaturales.

En realidad, son excelentes bailarines que entrenan el oído interno, responsable de las funciones de equilibrio en el organismo humano, a través de técnicas psicológicas y fisiológicas, lo que les permite contrarrestar los efectos del mareo y el vértigo.

SUS ORIGENES

Esta danza aparece por primera vez en el siglo XIII fundada por los discípulos del poeta sufí Jalal al-Din Muhammad Rumi, en virtud de la cual, según sus creencias, los derviches alcanzan el éxtasis místico en su búsqueda de una dimensión trascendental.

El término proviene del persa ‘darvish’, ascetas que hacían votos de pobreza y se dedicaban a ejecutar sus movimientos giratorios para obtener dinero y entregárselo a personas muy humildes, pero en esencia se trataba de un ritual místico de meditación activa.

La práctica se transmitió a otros pueblos del Medio Oriente, como Turquía e Irán, llegando a Egipto en el siglo XIV, donde se integró a sus costumbres ya no solo con un sentido religioso, sino también como un baile popular que destaca por la presencia de música y de luces.

Sin embargo, lo que distingue el tanoura egipcio es sin dudas la alegría y vivacidad de sus colores, elemento presente en toda la tradición estética del país de los faraones que, al combinarse generación tras generación con una danza rítmica de profundo valor espiritual, deviene patrimonio cultural de este pueblo milenario.